RUSSELL CROWE

LA EXCEPCIÓN CULTURAL

Entrevista realizada a Russell Crowe por Emmanuel Cirodde para la revista de cine francesa "Cine Live"


"Tengo un conocimiento muy cerebral, razón por la cual soy intérprete".

Imprevisible, éste neozelandés os "devora" a la vez que os seduce, magnético hasta el punto de hacerse con la entrevista en dos segundos -crono en mano- inteligente hasta decir basta, no hay nada anodino en su persona y sobre todo el hecho de haber aceptado el papel de un esquizofrénico en "Un Hombre Excepcional" (traducción francesa de "A Beautiful Mind") la última película de Ron Howard.

Está en Londres, frente a frente y explica la razón por la cual ha elegido explorar como algo nuevo, los meandros de la naturaleza humana.

"No se puede encerrar una vida entera en una película, una vida son los años, una película dos horas"


Cine Live: Su experiencia del personaje de Jefrey Wigand es la base de la historia verdadera de la película "revelaciones" ("The Insider") y que estaba cercana a la paranoia, ¿Se ha fijado en esa experiencia para afrontar el personaje de John Nash, el genio esquizofrénico en "Un Hombre Excepcional"?

Russell Crowe: No, porque Wigand tenía buenas razones para estar paranoico y se desenvolvía en un contexto diferente, no era la enfermedad lo que le hacía caer enfermo en cualquier caso. Es lo que he tenido como oposición para "tirar de la experiencia en "El Dilema". Es la forma de tratar importantes informaciones sobre un personaje, como por ejemplo Nash, a fin de decidir que versión es la que puedo ofrecer.

c.l: ¿Ha encontrado entonces al verdadero John Nash?

r.c: Si, varias veces durante la película.

c.l: ¿Cómo está él?

r.c: Eh, bien tiene una buena salud para su edad, ¡supongo! (se ríe, burlón).

c.l: ¿Le ha dado a usted consejos?

r.c: No, habíamos decidido de todas formas que el Nash de la película, sería muy diferente de él. Habíamos comenzado a trabajar aproximándonos al personaje, pero se hace difícil designar un tipo "universal" sin cometer errores y desnaturalizar al verdadero Nash. Entonces decidimos un Nash sin Nash del que no habíamos guardado ni el lugar ni la fecha de nacimiento, ni los hechos más importantes de su existencia.

c.l: La puesta en escena, ha tratado muy libremente de adaptar las manifestaciones de su enfermedad para hacer que todo fuera más llevadero para todos.

r.c: Esta película, no habla solo de un genio, sino de un genio dominado por una enfermedad mental. Estuvimos tentados de describir de manera puntual las características de su vida, pero había que elegir en manifestar a través de su existencia su vida de 35 años de medicación, de internamiento y la increíble aptitud que le ha hecho posible vencer una enfermedad conocida como incurable. Eso es algo que no todo el mundo puede hacer.

c.l: ¿Ha leído el libro de Sylvia Nasar que relata la existencia de Nash, ha encontrado usted diferente el guión de la película?

r.c: Esto es un formidable ramillete ya que captaba la vida de un tipo que hacía matemáticas, pero el guión es entermanete una nueva creación. Sylvia Nasar ha escrito el libro sobre Nash, el guionista Akiva Goldsman ha escrito una historia sobre la idea del libro y después Ron Howard desplazó a la pantalla el formato original, dando a la pantalla su versión del guión, inspirándose en unos hechos reales y otros ficticios. Además cualquiera que se arriesgue a hacer una película sobre la vida de alguien, y que no admita que esto es ficción es un idiota. No se puede condensar una vida entera en una película. Una vida son años, una película son dos horas. Esto pasa por el hecho de cortar forzosamente, de adaptar los hechos y de aportar cierta coherencia, y dejar verter ciertos elementos para que el público los encuentre. El realismo importa poco. Interesa, sobre todo encontrar el modo de exponer la experiencia, la esencia de la vida de este hombre con un público. Que parezca universal sin caer en la excesiva simplificación, es todo el secreto.

c.l: En L.a. Confidential, usted mostró lo cotidiano de los policías, ¿cuál fue la fuente de documentación para "Un Hombre Excepcional" ("A Beautiful Mind")?

r.c: Estudié las enfermedades como la esquizofrenia, visioné vídeos sobre el sujeto, leí informes de célebres psiquiatras, revisé casos recientes. Esto hizo que simplemente cayera en la cuenta de que todas estas cuestiones que me hacía para evitar la caricatura a toda costa, pudiera después encontrar un terreno seguro, mientras tanto pude aprender de Nash y lo quería hacer Ron Howard. Una gran parte de mi trabajo consistía en observar para entrar en ósmosis con el sujeto. Me hizo falta entonces estudiar a fondo para encontrar "trucos" es decir como representar la enfermedad. Conocer los efectos de los medicamentos.

c.l: Fue necesario también que usted se transformara psíquicamente para encarnar un personaje que aparece durante cuatro décadas.

r.c: Este es mi trabajo, es una cuestión de conocimiento y preparación sobre la película muchos comentan mi aportación. Es todo.

c.l: ¿Cree usted que el genio y la locura están ligados?

r.c: No, esta es la visión romántica que le gusta tener a la gente y que embellece el concepto de locura, pero no hay conexión lógica entre los dos temas. La locura no tiene ninguna conexión con el intelecto.

c.l: Usted ha dicho que le motivaba para su trabajo sus encuentros y el trabajo con un realizador, ¿Por qué esta vez, ha elegido a Ron Howard?

r.c: Era la posibilidad de interpretar un personaje nuevo más que el interés que yo tenga por las películas de Ron.

Estas tienen un potencial comercial enorme, ahora el hecho de que se lance con un sujeto de esta naturaleza me ha intrigado. Por otra parte no me había enviado el primer guión. Yo estaba intrigado por saber cuáles eran las razones que le motivaban a emprender este proyecto. Mi curiosidad por este proyecto se volvía irresistible y una de las cosas que aprendes lo primero cuando pasas un tiempo con Ron, es que es un auténtico realizador, que tiene confianza en sus intérpretes. No es necesario medir su inteligencia, piensa de forma muy clara. Esto es justo lo que quiere, que sus intérpretes piensen también, claramente, como él, y que estos sigan todos los consejos a propósito, porque de todos los personajes que yo he encarnado tanto que sean "físicos" o no solo me interesa el aspecto psicológico. Tengo un conocimiento muy cerebral a cerca de las razones por las cuales soy intérprete, y Ron es una persona muy culta, el nunca ha tenido prisa en atender a mis cuestionamientos. En general, como otros, uno no debería jamás tenerla. Un realizador es como un experto y un servidor, debería conocer la historia que él quiere contar. El más inteligente de ellos sabe servirse de ti para que consigas ser la otra persona que se desea amarrando con el mismo grado de pasión para conseguir realizar su empresa.

c.l ¿ Se debe servir de usted cómo se sirve de una herramienta?.

r.c: Correcto.

c.l. Brad Pitt decía de ellos que éstos eran los realizadores que el público debería venerar, no los actores.

r.c: ¿Dijo eso?

c.l: eh. ... Brad Pitt

r.c: Preferiría no tener que comentar lo que ha podido decir Brad Pitt.

( Se queda en blanco y tarda en volver tres siglos).

c.l : Entonces en esta perspectiva de intensa colaboración ¿Cuál es el realizador con el que desaría trabajar?.

r.c: Francis Ford Coppola podría ser. Pero a menudo se me plantea la cuestión de qué papeles no me gustaría jamás interpretar. Yo no pienso cual sería la categoría de papeles que pudiera encarnar en un futuro, ya parece que no he podido simplemente interpretar Hamlet quinientas veces. Esto me permite que no puedo mirar hacia atrás, (bajar la guardia). Digamos que me sería más fácil dar la lista de realizadores con los que me gustaría trabajar, los que podrían darme trabajo, yo no tengo porque trabajar para Scorsese porque sea él. Hace falta que esté convencido de lo novedoso acerca de lo que se me propone.

c.l: ¿Cree que la idea de interpretar personajes ejemplares para el público tiene tanta importancia para usted?

r.c: No, porque ésta película no es un documento sobre la enfermedad. Lo más importante para el público, es comprender que la esquizofrenia no es una cuestión de personalidad dividida, pero sí es una separación de la razón en varios planos. Muchos aún creen que ser esquizofrénico es ser como Jim Carrey en "Yo, yo mismo e Irene", es una película brillante pero no tienen nada que ver con la enfermedad que es la esquizofrenia.

c.l : Generalmente, se puede decir que interpreta a héroes con los que se puede usted identificar...

r.c: ¡Supongo que sí! En Gladiator, yo era -podría ser- un héroe, pero esta es la mirada de los espectadores que han dado a este personaje ese estatus. Esto me ha afectado por una situación particular, y podría haber hecho de esto un perfecto estandarte. Por otra parte, los héroes son los que tienen grandes músculos como Schwarzenegger. Esto no es lo que yo hago. Yo atiendo a papeles que me permiten interpretar, incluso si son crueles como en L.A. Confidential. No estoy obsesionado por el hecho de estar siempre al lado del espíritu de las gentes como un hombre bueno. Para mí, esto no es una buena postura porque simplemente en la vida, el tipo perfecto, sin duda no existe.

 

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