The Sheila Variations

22 de noviembre 2005

 

BUD WHITE

 

Russell Crowe se ha convertido en una estrella tan enorme en un relativamente corto espacio de tiempo que es difícil recordar qué impacto causó con su interpretación de Bud White en L.A. Confidencial.

 

No fue sólo que las mujeres se volvieran locas de lujuria (aunque eso fue una parte -una GRAN parte de su éxito que no se puede descontarse. Había pasado un tiempo desde que apareciera un tipo en la pantalla que hiciese volverse locas a las mujeres). Fue algo más. Los hombres también se volvieron locos. Al menos en mi alrededor -en mi alrededor de actores. Su interpretación como Bud White hizo que los actores que conozco estallaran. Querían SER él... también validó algo dentro de ellos... el hombre de acción, el hombre de maneras directas y moralidad equivocada -y también, por supuesto, tenía la complejidad, que lo hacía un personaje interesante. Recuerdo a mi amigo Wade diciéndome (un actor increíble también): "Cuando rompe esa silla, tío... JODER..."

 

Bud White no es un tipo feliz. No es feliz siendo músculo. Observa cómo se anima cuando está en la cama con Kim Basinger, hablando lo que quiere hacer realmente, trabajar en homicidios. Todo su lenguaje corporal cambia. Se apoya en un codo sobre la almohada, y de repente, está tan entusiasmado y abierto como un niño. Pero ninguno de sus colegas verá nunca ese lado suyo. Ningún hombre lo hará. Las mujeres son las únicas a las que se les permitirá ver su vulnerabilidad. Es como un golpe hacia atrás a las estrellas de cine clásicas. Humphrey Bogart, por ejemplo. Sus personajes son solitarios. Puede tener aliados, o enemigos a su altura (como en Casablanca) -pero nunca lo verás tener una amistad masculina. Es demasiado independiente, un solitario por eso. Su corazón, su alma, está reservada para el sexo femenino. Desde luego, la mujer se lo tiene que ganar y valer para conseguir su confianza... pero es la única que logra ver ese lado. Pero sólo como Humphrey Bogart: para Bud White tiene que ser la mujer acertada. No todas las mujeres, no... pero ¿la mujer acertada? Olvidaos. Por eso es que cuando descubre que ella se ha acostado con Exley, está tan destrozado. La intimidad no es algo casual para Bud White. Es lo opuesto a un mujeriego. Es un hombre de una sola mujer. Apostaría a que Bud White realmente no ha tenido nunca una relación antes de Lynn Bracken. Quizás se ha acostado con prostitutas de vez en cuando, sólo por el desahogo, pero creo que todo lo que significa enamorarse es nuevo para él.

 

Pero en todas las demás situaciones, Bud White es todo uno. Me encanta en la primera escena cuando está mirando el exterior de la casa donde están golpeando a la mujer. Bud White camina por el césped -observa cómo camina- el impulso, el objetivo está EN la forma que camina. No es el modo de andar de Russell Crowe, gente. Es el de Bud White. El bulldog, moviéndose, en impulsos, DETENDRÁ los golpes. No tiene ni idea de cómo, pero lo HARÁ. Ve el cable que cuelga del Santa Claus en el tejado, y es sólo una ojeada -una rápida ojeada- ve el cable colgando, rápidamente visualiza la situación -lo coge y le da un fuerte TIRÓN. El Santa se cae del tejado, estrellándose. Ahora: simplemente me encanta esa rápida ojeada que da antes de tirarlo. Es la primera escena de la película. Es cuando Bud White queda establecido. Pasan muchas cosas en esa primera escena y tenemos un montón de información: vemos que hay obviamente algo sobre la violencia doméstica vuelve loco a este tipo. Está OBSESIONADO con ello. Bien, tenemos eso. Es importante saber -esa es la entera razón de ser de Bud White- que no es sólo lo que hace, sino quién es. También vemos que su compañero lo trata con una divertida tolerancia. Vemos cómo Bud White le quita toda la MIERDA a golpes al marido violento. Esto es más información. Bud White no seguirá las reglas cuando se trate de gente que golpea a inocentes. No. Y ENTONCES -cuando la esposa sale al porche, temblando... vemos de qué manera tan gentil la trata, con deferencia, y respeto. La llama "Señora". Levanta el cable caído para que ella pueda pasar por debajo -y su acción en ESE momento, está llena de encanto. Es como un paso de baile -totalmente diferente de la violencia que ha desplegado dos segundos antes. Me encanta ese momento: esa manera tan gentil de levantar el cable para que ella pase. Lo hace inconscientemente. Lo hace instintivamente. Así es quién es Bud White con las mujeres.

 

¿Se acuerdan de las bromas de Chris Rock durante los Oscars sobre Crowe? "Si quieres ver cómo camina y habla alguien hace tres semanas, ¡consigue a Russell Crowe!"

 

Russell Crowe, como Bud White, parece habitar realmente en ese tiempo. Es un trozo de tiempo. Pero no es kitsch. O no debería ser. Bud White es un producto de su tiempo. Y Russell Crowe -en esos pequeños momentos- cómo levanta el cable para la mujer golpeada- no está ACTUANDO COMO si estuviera de vuelta 50 años atrás. Lo que de verdad parece es que VIVE allí. Es mucho más difícil de lo que parecería. Puedes hacerte con toda la documentación del mundo, y mirar viejas revistas, y sumergirte en los periódicos de ese día, lo que sea... pero después... tras toda la preparación... tiene que haber ese momento de magia. La magia de la transformación. Algunos pueden conseguirlo. Otros no. Russell Crowe obviamente hizo una tonelada de investigación -las costumbres de esa época, ser policía en esa época, también el acento americano, pero al final del día, tenía que levantarse y HACERLO. Ni por un segundo pierdo mi confianza en él. Me niego a no creérmelo. No es un actor de finales del siglo XX. Es un policía bulldog de los 40. Ya está.

 

Es una interpretación de las que hacen a una estrella. Extraño. Recuerdo el murmullo en mi pequeño mundo de actores sobre este nuevo chico -Russell Crowe- y lo increíble que estaba en L.A. Confidential. La gente hablaba de él de forma diferente a como lo hacían de otros actores nuevos. Fue casi como si en el segundo en el que llegó (al menos a América) [...], no pudiéramos imaginar qué pasaba, cómo era antes de que él apareciera. O... algo así. Russell parecía INEVITABLE.

 

Y lo inevitable era el resultado del enorme talento de Russell Crowe, seguro, pero también del papel de Bud White. Fue Bud White quien lo hizo una estrella. Todo en un momento.

 

La película tiene el prólogo -narrado por Danny DeVito- donde oímos sobre los tabloides y cómo van, y sobre la suciedad bajo la superficie de L.A. Es liviano, divertido, brillante, la música es suave, vamos de persona en persona, vemos las fotografías en las revistas... Entonces, todo desaparece... y la pantalla se pone en negro.

 

La siguiente cosa que vemos es un intenso primer plano de Bud White. No es un lento acercamiento al primer plano. La escena no aparece despacio de lo negro, no. La pantalla se pone en negro, y entonces BOOM, estamos en el primer plano. Vemos a un hombre. Mirando fijamente a algo. No sabemos qué todavía.

 

Pero no importa.

 

Es uno de los primeros planos más asombrosos que he visto. Qué valiente empezar la película con eso. Curtis Hanson va directo. No sabemos lo que pasa, no sabemos quién es este hombre (y recordad: Russell Crowe era desconocido entonces -no tenía el reconocimiento de marca, era un extraño para nosotros)... pero sabemos que... no podemos apartar la mirada. Él está increíblemente quieto. No pestañea. Solamente mira fijamente. Es una serpiente, o algún tipo de depredador. Está esperando su momento. Pero una de las razones por las que el primer plano es tan arrebatador, tan intenso... es eso detrás de todo... de alguna manera es... tristeza. Lo que este hombre está mirando le hace sentirse triste. Es sutil, es sólo una pizca de tristeza... pero está ahí.