CRÍTICA - Español/Inglés
Soy de la Mancha, la llanura más grande de España, una inmensa alfombra como un rompecabezas, de colores marrón de la tierra, o verdes en primavera y amarillos en verano campos de trigo o cebada, no más de tres o cuatro árboles juntos aquí y allí y a la vista en muchos kilómetros a la redonda y... un montón de viñedos cuyas cosechas nos dan un excelente reconocimiento y reputación como afamados vinateros aquí y fuera. No soy una experta en absoluto, ni siquiera tengo gusto para el vino pero sí sé un poco. Sin embargo es curioso: quizás no tenemos ese paisaje que quita la respiración de tan maravilloso de nuestros vecinos franceses de la Provenza, pero compartimos –con ellos y con los gabachos en general- algunas cosas en común por las que somos famosos: el queso y el vino. No diré nada más al respecto de mi opinión sobre quién los sabe hacer mejor o se siente más orgulloso, para chauvinistas los gabachos. Yo sí sé quienes son.
I'm from Don Quixote's La Mancha, the vastest plain in Spain: La Mancha means exactly "the spot" because it's like an spot, a blank, in the middle of the country with hardly a chance for some soft hills in some places, but mainly an immense carpet with hundreds of puzzle pieces coloured of brown from soil, fields of wheat or barley (green in springtime or yellow because of hot summers), no more than two trees together on sight in many miles beyond the horizon around and... lots of vineyards whose vintages give us an excellent and well known recognition and reputation in the national wine market and abroad, and I'm not an expert at all, not even a good taster but I know a bit about wine. But it's curious: maybe we don't have that marvellous and catching-breathed countryside of our French neighbours from Provenze, but we share -with them there and with the French “frogs” in general- some things in common we are famous for: cheese and wine. I won't say more nor will I give my opinion on the matter, there's no point.
Así que este comienzo me lleva a la cuestión real por fin: esta mañana fue mi cuarta (y seguramente no última) visita a la Provenza, nunca bien agradecida a la cortesía del señor “Sir, siempre a vuestros pies” Ridley Scott y al señor “MÁS DE LOS MÁS ENTRE LOS MÁS DE LOS MUCHO MÁS” Russell Crowe y su marca de la casa, o sea, savoir faire, carisma infinito y belleza física casi dolorosa por tan grande, impresionante y gloriosa que podría rayar la perfección del diseño, construcción y forma que un hombre de carne y hueso puede alcanzar o tener como un don divino.
So this start leads me to the real thread at last: this morning was my fourth (and surely not last) visit to Provenze, never well thanked to Mr. "Sir, I'm at your feet forever" Ridley Scott's courtesy and to Mr. "THE MOST OF THE MOST AMONG THE MOST OF THE VERY MOST" Russell Crowe's trade mark, that is, savoir faire, infinite charisma and almost painful physical beauty, so vast, impressing and glorious that could really touch perfection on design, building and shape a man made of flesh and bones can reach or be heavenly gifted with.
¿Qué puedo decir que no suene ya tan manido, tan halagador, tan rimbombante o exagerado, tan apasionado, tan subjetivo? Lo siento pero no lo sé. No encuentro ya las palabras, no las tengo, me he quedado sin ellas, o quizás es que las perdí o he olvidado ya su uso moderado o equilibrado hace ya tanto tiempo con relación a una película de Russell Crowe. Puede ser eso y puede ser también mi NEGATIVA a usar otras distintas a las mejores y más entregadas para describir o valorar cada uno de sus trabajos en una pantalla. De los suyos y de los de los demás alrededor de él. Una cosa sólo que puede resumir un poco este discurso tan caótico: incluso Tati, ese estupendo perrillo, está soberbio. Pero todo el mundo, señor@s: CHAPEAU. El señor Albert Finney, uno de los mejores entre los más grandes actores británicos vivos; el jovencito Freddie Highmore como ese pequeño fullero de Max; el señor Didier Bourbon, un descubrimiento genial como el estupendo señor Duflot casado con esa encantadora y divertidísima señora Duflot; la preciosa Abbie Cornish y la inaguantable secretaria de Max, el capullo del trepa de Ken y ese Amis, el tiburón rival; el encantador y divertido Tom Hollander como Charlie y la absolutamente adorable Marion Cotillard, que no se podía creer “lo” que tenía entre manos. Y todo lo demás: el château, los viñedos, el jardín, la piscina, el pueblo, el paisaje, Picadilly Circus en una tarde lluviosa, esa fotografía, esas vistas como cuadros de Cezanne pero pintados por los ojos y manos de Ridley moviendo la cámara y luciendo todavía más bonitos, si es posible, por la presencia de Crowe entre ellos.
What can I say that doesn't sound too heard already, too flattering, too exaggerated, too passionate, too subjective? I'm sorry, I don’t know, I don't find the words, I don't have them, I'm run of them, or maybe it's that I lost them or forgot the measured and balanced use of them a long time ago on Russell Crowe's movies matter. It may be that and it may be also my NEGATIVE to use any others but the best and most devoted ones to describe or value each of his works on screen. Of his works and the works of all of them around him. Just one thing than can resume a bit this chaotic speech: even Tati, that absolutely great little dog, is superb. But everyone, folks: CHAPEAU. Mr. Albert Finney, one of the finest among the greatest British actors alive; young Freddie Highmore as that cheating little Max; Monsier Didier Bourbon, a particularly great discovery as the great Monsier Duflot married to that gorgeous and funny Madam Duflot; the beautiful Abbie Cornish and the snarky Max's secretary, that prick of Ken and Amis the rival shark; the lovely, charming and funny Tom Hollander as Charlie and the absolutely adorable Marion Cotillard. And all: the château, the vineyards, the garden, the pool, the town, the countryside, Picadilly Circus on a rainy evening, that photography, those pictures from Cezanne but painted by Ridley's eyes and hands and looking even more beautiful, if possible, because of Crowe's presence among them.
Sobre su personaje: Max es un cabrón, una gilipollas ambicioso y despiadado sin escrúpulos o remordimientos, un hijo de puta para abreviar. Es un fullero, un mentiroso y juega con todo el mundo y consigo mismo, pero también es el tío más estupendo, delicioso y adorable. Su transformación, o mejor dicho, su vuelta a su verdadero yo hundido en el fondo de su aparentemente corazón de hielo, se muestra paso a paso con verdadera maestría mientras la peli va pasando delante de tus ojos. Y también es estupendo descubrir que puedes ver las dos caras de la misma moneda mezclándose a lo largo de la acción. Quiero decir que Max sufre ese cambio y vuelta a través de los recuerdos olvidados y las elecciones vitales más o menos acertadas, pero no lo veo en un proceso de empezar desde un punto hasta llegar a otro, sino con idas y vueltas: ahora soy un capullo, ahora necesito amor y me siento solo, y ahora soy un capullo otra vez. Al final, era un capullo, puedo seguir comportándome como uno pero también soy un buen hombre, encantador y digno de ser amado, y puedo usar mis trucos y marrullas también, ¿por qué no? El tío Henry me lo dijo, el tío Henry dijo una vez que yo podría ser él porque era el mejor falseando su firma y haciendo trampas en el juego. Y en este proceso está la mejor gente alrededor para ayudar y hacer que Max se dé cuenta.
On his character: Max is a bastard, an ambitious and unmerciful asshole with no scruples or remorses, a son of bitch, in short. He cheats, deceives, plays with everyone and with himself, but is also the nicest, the most charming and lovable guy. His transformation, or better said, his return to his true inner self sunk in the bottom of his apparently heart of ice, is masterly showed step by step as the movie passes along your eyes. And it's also great to find out that you can see the both sides on the same coin mixing along the action. I mean, Max suffers the change and return through forgotten memories and more or less wrong personal choices, but I don't see it in a from-to process but with backs and aheads: now, I'm a prick, now I need love, I feel alone, and now I'm a prick again. In the end, I was a prick, I can go on behaving like one but I'm also a nice man, lovely and lovable, and I can use my tricks of cheating as well, why not? Uncle Henry told me, Uncle Henry said once that I could be him 'cause I was the best faking signatures and cheating in game. And on this process there are the best people around to help and make Max realize.
He leído un montón de críticas por profesionales y fans, un montón de entrevistas a Russell y Ridley. Me he montado mi propia película en la mente con las miles de fotos de estos últimos meses, con el aroma que salía de ellas. Esos términos y expresiones de “bueno, una comedia ligera, intrascendente...”, “¡Vaya! El Gladiador se sabe reír”, “¿El intento de Crowe de invadir el terroir de Hugh Grant? No me hagas reír...”, “¿Una comedia de Ridley Scott? ¿Mande?”. Los periodistas y críticos españoles siempre tan “enterados” de la vaina y picados en ver quién hace la mejor pulla: “uffff, Crowe, el “dramadicto”, “ufff, Crowe, el payaso”. Todo está mal con este actor, nunca les cuadra en nada que piensen que tiene que cuadrar... ¡Venga ya, coño! ¡Ya está bien! A ver si disfrutamos un poco, para variar, de un buen rato viendo una preciosa película con actores tan estupendos que han hecho un trabajo igual. ¿Es tan difícil planteárselo? ¿Es tan serio sufrir de un parón así en nuestra vida diaria siempre con prisas para recrearnos un minuto y disfrutar de un sorbo de buen rollo? Para mí no. Yo ya entiendo un poco de cómo puede saber un buen vino y ESTE es de verdad de UN BUEN AÑO.
Ah, que se me olvidaba: hay también un sueño cumplido y una pregunta respondida sobre la vida más allá de este mundo: el Paraíso existe. Está comprobado en el acento francés de Russell. Pude morirme en paz al final de la película.
I've read tons of reviews by professionals and fans, tons of interviews to Russell, to Ridley, I made my own movie on my mind with the thousand pictures of these last months, with the smell I got from them. Those terms and expressions: "well, a light comedy”, "wow! The Gladiator can smile", "Crowe's attempt to invade Hugh Grant's terroir? Don't make me laugh...", "A Ridley Scott's comedy? Could you repeat, please?". The snarky and, as always, quite poor worked and learned Spanish reviewers and journalists: "ufff, Crowe, the "dram-addict", "ufff, Crowe, the clown". Everything is wrong with this actor, he never fits on anything they think he may fit... Oh, come on! That's enough! Enjoy, just for a change, a nice time watching a beautiful movie with beautiful actors that have done such a beautiful work. Is that so difficult to think? Is it so serious to suffer a knock on our daily rushing lives to stop for a minute and enjoy a sip of a good moment? Not for me. I already know a bit about how a good wine can taste and THIS ONE is truly from A GOOD YEAR.
Oh, I forgot it. There’s also a dream fulfilled and a question asked on life beyond this world:. Paradise exists. It’s checked on Russell’s French accent. I died in peace at the end of the movie.
Mariola - 5 noviembre 2006