Espejismos
La soledad posee color propio:
el recuerdo de tus ojos.
Ellos me traen la angustia
que sufro cuando no veo su destello,
su profundidad es la esencia de la vida misma.
El sonido de tu aterciopelada voz
hipnotiza al tiempo, cubriendo de alabanzas
a su diosa.
La seda de tus labios
acaricia la intensidad de mis sentimientos
en los sueños que guardo en secreto
por temor al rechazo.
Respirar tus palabras
evoca la belleza infinita;
tu sonrisa ilumina la oscuridad de la noche.
El tacto de tu pelo
reconforta mi alma dolorida
y su suavidad me abraza en el letargo de una noche más
Tu rostro lo tengo grabado en mis ojos,
solo existes tú cuando los cierro.
La dificultad de contener los sentimientos
se hace más patente
cuando te encuentras cerca de mí.
Silenciosa mirada
que se enciende de rabia ante mí,
no comprende el tapiz del destino
y por ello se sacia con la realidad.
Tus lágrimas, ocultas, se encontraron
en la luna llena que reflejaban tus ojos,
humedecen mi alma para acercarme a ti
y de un beso sumirme
en un profundo sueño.
Vender mi alma sería la única salida
para no sentir nada por ti.
Amar, mañana, será la lagrima
que derrame por la ilusión
de un nuevo día que sufrir.
Desconozco el sentido de todo esto
pero tu visión me calma hasta el nuevo amanecer.